17 de octubre de 2015

-Ducha gimnasio-

Acababa determinar mi sesión de pesas en el gimnasio de la Casa del Agua en A Coruña.. Así es que me había dirigido a la ducha. Y ahora estaba bajo el chorro de agua caliente, relajándome y lavándome con Sanex.
Como siempre mi mente se concentró en el torrente de agua que caía sobre mí cuerpo.
Lo cual produjo el efecto inmediato de que mi mente se quedara en blanco.
Así es que me sequé. Me anudé la toalla a la cintura y salí de la ducha.
Pero como por arte de magia me vi inmerso en una multitud que hablaba alto. También había fotógrafos.
Pero ¡Dios mío!, ¡Dónde estaba el gimnasio!me dije.
“Kiko, ¿qué haces?”, me preguntó Alejandro, un periodista amigo.
Tras interrogarlo descubrí que estaba en la Casa Consistorial del Ayuntamiento de Santa Uxía de Ribeira. Y que iba a transcurrir un pleno en breves momentos.
¡Esto era una pesadilla!: Yo con mi toalla anudada entre concejales y periodistas.
Entonces, repentinamente, se me acercó Moncho y me dijo: “¡Tranquilo Kiko, vete a casa!”.
“Te recuerdo -prosiguió- que tuviste un accidente muy grave. Y que ahora padeces una neurosis postraumática”. “Vete a casa y relájate”.
Y cuando iba a encaminarme a casa -que no sabía bien donde estaba, además de no tener llaves- di un paso al frente..Y de nuevo estaba en el gimnasio.
Es increible las ensoñaciones que puede tener uno bajo el flujo del agua caliente. 

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