Besos de la abuela antes de partir: Con
sabores de “Cachupa caboverdiana”.
Mi mujer y mi niño de tres años
viajan conmigo.
Pronto: Potentes coches y maravillosas
mansiones, como en el bar de la aldea. Todos confían en mí.
Pero...Entra agua.
“Compañeros hay que achicar”. No
se ve la tierra..
Mi vida y la de los míos no se va a
acabar así. Soy un luchador.
Pronto estaré pescando con mi padre. Y
recorriendo la sabana en jeep.
Palpo el dinero que me han dado familia
y amigos para emprender el viaje.
“Venid todos junto a mí. No os
caigais, por alá”.
Y entró más agua. Mucha más agua.
No hubo supervivientes. En el bar de la
aldea todos parecían más tristes aunque no había seguridad de que
hubiesen muerto. Pero de nuevo volvía a aparecer la sonrisa lasciva
en el rostro de los más jóvenes ante las turgentes formas de la
protagonista.
“Patera zozobra a dos millas de
Ceuta. No hubo supervivientes. Doce hombres, dos mujeres embarazadas
y dos niños”.
Kiko Cabanillas.
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