28 de abril de 2016

Ducha en el tiempo.

Caía el agua con fuerza. Y con poca presión.
Ensimismado me frotaba los ojos.
Me extendí el gel. Y me di champú.
Me quedé medio dormido mientras el agua recogía la espuma.

Y decidí salir del baño para salir a comprar el periódico.
Pero...
Mi baño estaba irreconocible: El toallero, el suelo, todo era distinto.

Me sequé, abrí la puerta y...allí estaba Fredo con su cámara colgando.
Venga Kiko. Ya era hora. Tenemos que ir al Parque Lazienki y a la Plaza Mayor, antes de que se reanuden los bombardeos”.
No entiendo”, dije.

Finalmente al cabo de un breve espacio de tiempo comprendí: Eramos corresponsales de guerra.
En la segunda guerra mundial. Y concretamente en Varsovia. Fredo era fotógrafo y yo corresponsal.
No te preocupes por tu desorientación Kiko. He visto cosas más raras”, me dijo el cámara.

Así pues salimos a la calle. Y cuando llevabamos un rato andando, a la altura del Palacio de la Cultura unos soldados alemanes nos dieron el alto. “Journalist”, les grité.
Primero cayó Fredo, por una ráfaga de la metralleta de uno de ellos.
Empujones e insultos. Cogieron mi carnet de prensa y lo tiraron al suelo.
Me iban a matar.
Me colocaron contra una pared y...

Me retiré todo el champú de los ojos. Cogí mi toalla. Y me dispuse a salir del baño. Fuí a comprar el periódico y ahora estoy escribiendo mi relato.
Kiko Cabanillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario