Treinta y tantos,
fuerte y fibroso. Atleta, monitor de gimnasia, boxeo y full contac,
corredor de fondo.
Llevo cerca de un
año acudiendo a sus clases de rehabilitación en la coruñesa Casa
del Agua.
Gracias a Nando
dejé el bastón y recuperé la marcha con equilibrio.
Subir y bajar
escaleras, ejercicios de equilibrio. Y bici estática.
Entrenamiento duro
de 50 minutos aproximadamente, valiéndonos de cintas elásticas y
pelotas.
Yo he sido
deportista toda mi vida: Rugby, Alpinismo, Boxeo...
Y aunque en breve
voy a cumplir los 50, retengo la capacidad de sufrimiento de los
“entrenos”.
Nando es un joven
bastante empático, pero tiene su carácter. Y cuando algo no sale
bien me regaña y me dice: “No re rias”.
Así visto en
perspectiva el deporte que más me ha construido ha sido el
alpinismo: “Treking” por el Himalaya y por los Alpes. Y escalada
deportiva en Patones y La Cabrera.
La montaña es
algo que va más allá del simple deporte. Es un modo de vida, que
lleva implicito convivir con la muerte.
¿De dónde sale
que gente que ha perdido dedos por congelación o a amigos en cordada
sigan escalando?.
Pues...El
alpinismo tiene el duende. Es espíritu. Engancha.
Y en cuanto a
deportes en sí: El rugby. Los terceros tiempos bebiendo cerveza. La
lucha en equipo. Los entrenamientos a fondo.
Y ahora...
He vuelto a andar
como las personas.
Recuperé el
equlibrio perdido.
Reaprendí a subir
y bajar escaleras.
Y en resumidas
cuentas proseguí con una lucha que para mi será eterna. (Minusvalía
del 67 %).
Kiko Cabanillas.
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