Sospecho que otra vez ocurrió. No sé
cuando...
Me agaché y un ente se me introdujo
por el culo y anidó en mi alma.
Volvía al periodismo de un diario: "La Opinión".
Ya redactaba para dos blogs y una web:
De mi ONG, de un centro comercial -la web- y uno literario.
Pero no era lo mismo.
La Poesía que tiene el periódico no
tiene rival.
Además podría seguir dando clases de
español a inmigrantes y con mis anteriores obligaciones.
Pero...
Pesaba menos. Mucho menos.
Trabajaría en Periodismo de
Investigación: El sueño de todo periodista pureta -cumplo cincuenta
el mes que viene-.
Comencé investigando la guerra en
Siria -Ah!, me dedicaría a la Sección de Internacional-.
Y mis planes os recuerdo que son estar
tres años trabajando en Internacional y rehabilitándome en el
gimnasio...
Para luego convertirme en corresponsal
de guerra. Dios mediante. O Belcebú...
La última vez que fui poseído por
propia alma fue a la vuelta de mi viaje a la India y Nepal:
Voluntario de la Madre Teresa de Calcuta, Benarés y Katmandú...
De esta vez no fue tan violento: Con la
edad disminuye el ímpetu sodomizador.
Ahora duermo sólo cuatro o cinco
horas, como en mis buenos tiempos de Periodista. Leo sólo poesía,
que me satisface mucho más que la narrativa. Y hablo todos los días
excepto fin de semana con mi adorado hijo Santi.
Cuando vuelva a A Coruña -separado,
vivo sólo- le llevaré a dar un paseo y le contaré mi nuevo
trabajo. Y cómo me va en él. A pesar de su Síndrome de Down lo
entenderá todo: Comulgará espiritualmente conmigo.
Y entre tanto seguiré escribiendo,
probablemente Poesía.
Kiko Cabanillas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario