13 de enero de 2017

-Yo fui faneca.

Era la paz. Estirado en el fondo de la orilla.
Esperando..
...Que alguien me pise para inocularle mi veneno.
En eso se basaba mi existencia.
Y después de picar yo moriría.
Morir por causar un daño.

Que propuesta existencial más interesante.

Mientras esperábamos toda la familia allí tumbados.
Había todo tipo de fanecas: Poetas, Filósofas, Políticas...

Yo personalmente me decantaba por la Poesía.
Quien sabe si en otra vida no fui un creador lírico.

Lo que estaba claro es que todos vivíamos varias vidas.
Y que ésta: La vida de faneca, era un castigo.

Pero por qué no podía recordar quien había sido y qué había hecho.


Y justo en ese momento mis divagaciones se interrumpieron porque una señora gorda se introducía en la orilla. Y ¡Oh!, me pisaba.

Veneno, veneno...Muerte y destrucción.
      Kiko Cabanillas.

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