23 de febrero de 2017

La Posía en suspenso.

Queridos lectores:
Me hallo en un momento de transición en lo que a Poesía se refiere.
He terminado mi poemario "El mercado de San Agustín", que estará a la venta en Internet en el plazo de veinte días.
Mis relaciones con mi editora de Cronos, Ana, han sido fabulosas.

Este es el verdadero motivo de que haya tenido tan descuidadas mis colaboraciones como la presente.
Sigo además con mis clases de árabe.
Me levanto a las cinco de la mañana a estudiar. Y estoy mejorando a pasos agigantados.
Ayer sin ir más lejos asistí a clases que damos en un bar próximo a la escuela Oficial de Idiomas.

Pero el verdadero motivo de que no escriba estriba en el hecho de que después de mi último libro me he quedado agotado espiritualmente.
De todos modos procuraré autoimponerme la obligación de escribir, para mi blog literario, entre otros.
                                   Kiko Cabanillas.

8 de febrero de 2017

-Sagrado´s 50.

En un restaurante de Pontevedra nos reunimos los antiguos colegiales del Colegio Sagrado Corazón de Jesús nacidos en 1966.
Viejos, calvos y con hijos adultos nos vimos treintas años después.
Yo dormí en casa del Nanas, quien me enseñó todas las postales que le envié desde los innumerables países por los que viajé. Desayuno de hotel. Toallas preparadas. Todo a punto.
También vi al “peixeiro”, que sigue tan animal como siempre.
Y a Richard, abogado por fin.
Chus y el Bolo casados y con una casa maravillosa y hijos con el pelo tan rojo como la madre.
El “Patoso” estuvo pinchando, temas de nuestros tiempos.
Yo estuve toda la noche con el “Negro”, quien es profesor de instituto y carpintero.
Pero lo más importante de todo es que me sentí querido.
Tengo amigos en Pontevedra y allí pienso volver a menudo.
De hecho ya tengo al Nanas buscándome un hotel barato o pensión donde pienso recluirme a escribir, al tiempo que disfruto de la compañía de los míos.
El señor Acuña, tan serio como siempre y entrañable con la edad.
Me recordaron constantemente como yo fui expulsado del colegio por rajarle las ruedas al Chano, profesor de inglés.
Ya entrada la noche hicieron aparición algunos de mis amigos del Instituto Sánchez Cantón, como Nito, quien conserva ese aire de duende malvado.
Mucho vino, copas y cerveza.
Cocido para comer, abundante y delicioso.
Recordamos acampadas, noches de desfase, robos de motos, trabajos electorales de pegadas de carteles...
Yo fui un golfo y así me lo recordaron.
La mayoría no me había visto desde mi accidente casi mortal del cual conservo una minusvalía. Y fue para ellos muy agradable comprobar que el espíritu de su amigo Kiko sigue tan integro como siempre.
“Menudo susto nos diste”, decían todas las caras al verme.
Esperaremos ansiosos la próxima xuntanza.
                               Kiko Cabanillas.



3 de febrero de 2017

Lunes: Soy escritor.

Me despierto sin despertador a las 5.30 horas.
Voy a escribir.
Participaré en el premio de Poesía “María Fonsellosa” sobre discapacidad, de Valencia.
Tengo para ello una gran ventaja. Y es que tanto yo como mi hijo Santiago tenemos una discapacidad absoluta (yo por un TCE tras un accidente de tráfico y el por tener un síndrome de Down).
Después de escribir hasta las 7.30 leo la prensa española y The New York Times, por Iternet.
A las nueve me dirijo al mercado de San Agustín con una libreta y un boli eb nabo.
Compro bizcocho casero y un buen pescado blanco.
Y según paseo por el mercado se me van ocurriendo relatos cortos, que apunto sin cesar.
Éste y otros premios a los que opto me han sido comunicados por la Unión Nacional de Escritores.
Ya a la tarde y tras un café sólo muy cargado elaboro mi “post” para la ONG Ecos do Sur. Y redacto un relato corto para “Tustextos.com”, para mi blog literario y para “Mundopoesía”.
Tareas menores con las que me relajo sobremanera.
Leo un par de horas. Voy a la biblioteca municipal Los Rosales para surtirme.
Tres días a la semana voy al gimnasio.
Por la tarde siempre tengo alguna compra que hacer, casi siempre en el Carrefour.
A última hora de la tarde también aprovecho para cocinar.
Ésta dinámica se rompe cuando tengo que ir a recoger algún premio.
Viajo para ello en tren. Medio de transporte en el que también escribo muy feliz.
“Dropbox” me servirá para hacer llegar -en cuanto tenga Internet- todo lo que escribo a mi ordenador de escritorio.
Pero estos viajes se producen muy ocasionalmente.
Lo que si tiene lugar cada vea con mas frecuencia es que escriba con mi portátil desde sitios mágicos a los que me desplazo en autobús.
Asimismo, tengo pensado ir a visitar a mis compañeros de “La Voz de Galicia” de Santa Uxía de Ribeira, donde sin lugar a dudas surgirán personajes e ideas.
Ah! y a todo esto...No sólo no he dejado mis clases de español a inmigrantes sino que las he aumentado: Doy clases de español a tres inmigrantes todos los días, de 11.00 a 12.30 horas..
Ciertamente no sé de donde saco el tiempo.
                              Kiko Cabanillas.


2 de febrero de 2017

-Unión de escritores y Cronos.

Ayer recibí la bienvenida por Internet de la Unión Nacional de Escritores, en la que he desembarcado gracias a Jacobo, mi compañero de ONG, quien también escribe.
Me alegró mucho comprobar que ofrecen participación en concursos literarios. Yo de hecho voy a participar en uno sobre la discapacidad.
Pero lo que más me satisfizo fue constatar que voy a seguir escribiendo, avanzando así hacia mi profesionalización.
Asimismo, entré en contacto con la editorial Cronos, que está trabajando en mi poemario “El Mercado de San Agustín”, que será publicado en papel, 50 ejemplares y “on line” en varias páginas de Internet. Por algo menos de 400 euros.
La autoedición es un primer paso.
Tengo pensado entrar en contacto con alguna distribuidora, que trabaje con poemarios. Y así intentar vender en librerías.
Pero sin darme cuenta ya llevo vida de escritor, pues me paso la mayor parte del día escribiendo o leyendo. Aún así sigo colaborando en el blog y en la web de Ecos do Sur.
Y por supuesto no voy a dejar bajo ningún concepto de dar clases de español a mis inmigrantes de Ecos do Sur ya que me alimentan espiritualmente sobremanera.
Por lo demás todo sigue igual: Biblioteca y amigos escritores...
Recomiendo encarecidamente “Historias desde el geriátrico”, de Manuel Jacobo González Outes. Es la historia de un cuenta cuentos, donde ficción y realidad se mezclan con gran maestría.

Jacobo es un escritor coruñés autor de libros sobre el realismo social gallego. Además comparte conmigo una discapacidad y las clases de español en Ecos do Sur.
                                        Kiko  Cabanillas.