18 de mayo de 2017

Visita a mi tía Lola.



Ayer miércoles estuvimos mi padre, Alfredo, mi hermano Carlos, Luis Buñuel y yo de visita en el geriátrico del barrio coruñés Las Conchiñas, visitando a mi tía Lola, quien está allí internada a consecuencia de su elevado deterioro debido al Alzeimer.
Lugar muy luminoso,
Cada una iba a su rollo. No sin conflictos: "Eso es mío".
Eran como varias películas a la vez siguiendo el más surrealista de los guiones.
"Claro que son bonitos esos zapatos -dice Lola-, me los acabo de comprar Idiota".
Yo en un intento de acercamiento afectivo le di la mano, que fue rechazada violentamente entre imprecaciones.
A cual peor. Pero todas juntas jugaban a la cartas o sin más iniciaban una tertulia estilo Max Aub.
Las trabajadoras se movían con cautela, ante los constantes viajes que les largaban los pacientes.
Mi tío Pedro, a quien llevamos a comer -se zampó unos callos y tortilla, amén de mucho vino- estaba sin afeitar y muy descuidado y mayor.
Deprimido nos dijo que hacia tiempo que no la había visto tan mal.
Yo le di mi teléfono a mi tío y cogí el suyo y me comprometí a visitarlos...
Esta semana le voy a llamar a ver si -con la rumana- quiere venir en tren a ver a mi padre en Santiago el fin de semana.
   Kiko Cabanillas. 
#1

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