7 de julio de 2017

-FNAC-

Recordé...
El gran hipermercado del libro estaba en Madrid cerca de la calle Gran Vía. Y allí me dirigía ansioso cada vez que iba a Madrid. Un plan fantástico en el que podía encontrar todo libro que hubiera sido publicado a precios razonables.
Lo complicado era la vuelta en metro hasta Manuel Becerra, casa de mis suegros, cargado con seis o siete libros.

Además estaba maravillosamente dividida en secciones desde Poesía Española Contemporánea hasta Narrativa Clásica.
Uno iba apilando libros en un cesto y al salir había unas cajas donde te cobraban.
Mecanismo fantástico para tentarte a comprar sin freno.

Pero el plan se me fastidió porque abrieron una FNAC en A Coruña, ciudad donde resido, y por lo tanto carecía de excepcionalidad la compra de libros en la capital

Visito de vez en cuando la FNAC en mi ciudad, pero la verdad es que la mayoría de lo que leo lo hago a través de la Biblioteca Municipal de Los Rosales.

Únicamente la Poesía me gusta comprarla, pues la suelo releer con bastante frecuencia.

Todo ello no quita que siga siendo un apasionado comprador de las librerías de viejo, donde se pueden encontrar verdaderas joyas literarias a precios asumibles.

Algo que ya he dejado de hacer pero a lo que estuve dedicado con asiduidad es a localizar libros raros de autores amados en Internet. Y luego con la referencia bibliográfica ir a comprarlo o a encargarlo a la FNAC.

Estas búsquedas y localizaciones también las hacía en la Biblioteca Municipal de Los Rosales, pero ante el trabajo que les daba a los trabajadores y el tiempo que había que esperar prescindí del método. Y ahora me atengo al criterio selectivo del encargado, que por cierto tiene un gusto excepcional.

Otra dinámica que desarrollé bastante en el pasado y de la que por fin me libre es la de ir a leer partes de los libros que me interesa: primer capítulo, el de en medio, y último en la FNAC, cuando mi presupuesto no me permitía comprar.

Ahora que soy lector asiduo de bibliotecas municipales esta dinámica carece de sentido

Como sabéis yo también escribo poesía y narrativa. Y siempre que saco un libro envío a todas y cada una de las bibliotecas municipales de A Coruña un ejemplar.

Esta iniciativa se ve reforzada por el hecho de que al no ser escritor conocido y al no publicitar mis obras no vendo prácticamente nada.

Aún así escribo todos los días y cuelgo mis relatos en Internet.

Y llegará el día en que mis libros sean vendidos en las FNAC y espero que este hecho no me vuelva un engreído y un vanidoso.

Recordaré por siempre a mis editoriales baratas.
Y los esfuerzos por distribuir yo mismo mis libros.
Librería por librería.
                             Kiko Cabanillas.


















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