12 de julio de 2017

-Herido.

¿Cómo sobreviviría yo si fuese herido trabajando de periodista en una guerra?.

Pues así sucedió en Mosul yo fui herido trabajando de periodista. Por un bombardeo irakí.
Tenía heridas de metralla en el tórax y en la espala. Y una pierna fracturada por el fémur.

Yo era por aquél entonces un afamado periodista, lo cual me ayudó a que mi traslado a casa fuese efectivo. La Cruz Roja turca se encargó de ello.

Y ya en casa...

Comprendí el porqué me había hecho periodista de guerra.
Había trabajado por mi cuenta muchos años, pero ahora lo hacía para El País.

El caso es que había vuelto a casa. Y no tenía amigos. Sólo dos hermanos que aunque vinieron a verme desde Santiago tenían sus propias vidas.

Acabé llamando a la ONG Ecos do Sur pidiendo un inmigrante que tuviera conocimientos de enfermería. Asiv llegó a casa aquél domingo lluvioso.

“¿Cómo os jugáis la vida en las guerras para informar?. ¿Es que no tenéis miedo?”.

“Verás chico es que no tenemos otra cosa”.

Cuando mi amigo Asiv me hubo cuidado y tras curarme las fractura de fémur regresé a Siria. Esta vez a Raqq, último bastión del DAES.

Allí entreviste a la población civil así como a líderes del DAES, quienes pensaban trasladarse a África tras su expulsión de Siria.

Quedé cojo de por vida. Y ello unido a que ya había cumplido los cincuenta años me hacían replantearme mi carrera.

Pero estaba seguro que otro reto surgiría. Y yo siempre seguiría al pie del cañón.

Bueno siempre no, pero al menos diez años más.
                                                                  Kiko Cabanillas.


























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