-Inmigrantes-
Ibrahim vino a verme aquél día a mi
despacho,
con Leti.
Mi relación con el mundo inmigrante
comenzó hará unos veinte años -estaba yo recién
accidentado-cuando comencé a dar clases de español al referido
colectivo en Marín,
cerca de Pontevedra, donde vivía mi
madre.
Así pues estuve unos días de verano
viviendo en casa de mi madre,
cogia el trole a Marín todas las
mañanas, y me iba al citado pueblo.
Llevaba en negocio Sor Elvira, una
mojita de Cáritas,
que los amaba con locura, pero era
eficiente y pragmática sin dejarse llevar por sentimentalismos.
Yo allí les dí clases de español. Y
aprendían muy rápido.
Mohamed era el que más rápido
aprendía.
Había llegado a la península escondido
en un carguero.
Era joven, inquieto y atrevido.
Pero los meses de verano acabaron y con
ellos la estancia en casa de mi madre.
Me desplacé a A Coruña,
y era tal lo que los echaba de menos
que busqué en Internet ONGs que
trabajasen con inmigrantes en A Coruña.
“Ecos do Sur”. Allí continué mi
labor de profe.
Luego comencé a llevarles temas de
prensa
Y finalmente fui nombrado presidente.
En la actualidad sigo dando clases,
sigo con temas de prensa...Pero he dejado la presidencia.
Cargo representativo, reuniones, trajes,
políticas, búsqueda desesperada de dinero.
Yo era un profe. Y un periodista.
Bastante me dolía a mi cuando
trabajando en La Voz me hacía ponerme un traje. No.
En la actualidad estoy aprendiendo
árabe en la Escuela Oficial de Idiomas,
pues tengo una interrelación
amistosa con el colectivo árabe.
Bueno realmente la Escuela de Idiomas
comienza en Octubre.
Y de momento me enseña árabe Ahmd, mi
alumno sirio.
Me saludan por la calle. Me piden
favores por teléfono.
Y bromean, con un sentido del humor muy
lejos del latino.
Y Ahmad a todo esto siempre sonríe.
Jamás le he visto una mala cara.
Vive acogido en casa de su amiga
Leticia,
se quieren mucho.
Kiko Cabanillas.
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