El jueves me llamó
mi sobrina Paula para decirme que estaba invitado -con mi hija Julia
si quería- a un paseo en barco a la isla de Sálvora el próximo
domingo -que es hoy-.
Me vino muy bien
porque estaba realmente bajo de ánimo debido a un régimen que
comencé hace una semana -con el que perdí tres kilos, de un total de
126-.
Hoy me saltaré el
régimen moderadamente, pues hay marisco y empanada de comer.
Además el aire
marino me abre un apetito inacabable.
Finalmente Julia
no puede venir.
Esta excursión se
contextualiza en un ambiente de total desastre informático en casa:
Me han cambiado el “router” y los portátiles no cogen la señal.
Tres visitas me hizo el técnico a casa. Consiguió la señal en el
ordenador de sobremesa y en el móvil. Pero no en los portátiles.
No podré por lo
tanto escribir desde el piso de abajo de mi dúplex.
Además tengo que
meter la clave nueva, para lo cual necesito la ayuda de Amaia -mi
profe de informática-.
Por lo demás todo
bien. Ya he repartido mi nuevo libro; “Underwood”.
Es -según mi
propio criterio y el de mi primo Kikón- lo mejor que he escrito
hasta el momento.
Marcho a ritmos
agigantados hacia la poesía pura.
Me sigue
interesando lo social, pero es justo esa capacidad de desconexión lo
que más me interesa de la lírica.
Este libro ha sido
elegido libro del mes por la Unión de Escritores de España. Lo cual
indudablemente me ayudará a venderlo mejor.
Kiko Cabanillas.
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