15 de septiembre de 2017

Entre México y A Coruña.

Acabo de estrenarme en una modalidad periodística en la que estaba virgen: La de “conseguidor”.
Le he facilitado a la Voz de Galicia un reportaje sobre el refugiado sirio Ahmad Sagir Matar.
Le presenté el tema con un comunicado de prensa, que era ya, con algunos matices una noticia publicable.
Ahmad es amigo mío. Y también muchos compañeros árabes de él.
El viernes que viene comienzo mis clases de árabe en la Escuela Oficial de Idiomas.
Y mi intención es infiltrarme como periodista en el mundo inmigrante coruñés, muy especialmente en el mundo árabe.
Ya que no cobro. Y gracias a mi pensión me puedo permitir trabajar sin jefes en lo que me de la gana. Siempre que sea publicable.

Respecto a mi último libro “Underwood” mi editora se ha tenido que ir pitando a México -pues tiene a su madre enferma-, pero asegura que seguirá trabajando desde allí.

En todo caso he decidido tomarme con más calma los libros. Porque no puedo soportar los gastos iniciales que suponen. Esperemos que con mi último libro pueda recuperar el dinero invertido.

Ah! y el próximo lunes comienzo mis clases de español al colectivo inmigrante con Ecos do Sur. Modalidad avanzado. Pero si hace falta sabe Alfredo que puedo dar hasta alfabetización.

Y para rematar mi agenda, los sábados voy a ir a la Casa del Agua, cuyo gimnasio voy a compartir con mi hija Julia, quien este año estudia en Santiago, dejando con ello Madrid que “no tiene mar”, aseguraba. “Santiago tampoco, pero A Coruña sí. Y así vienes a verme todos los fines de semana.

Kiko Cabanillas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario